Parece mentira que yo vaya a decir algo así. Yo que me quejaba tanto de la dichosa rutina. Y ahora, ahora que de repente algo en mi vida se ha esfumado, como cuando te arrancan una muela, esa que tanto te duele, te molesta, te incomoda...te sientes aliviado pero te falta algo, y te das cuenta demasiado tarde, quizás no me molestaba tanto ¿no?.. Que raras somos las personas. Puedo decir, que echo de menos esa rutina. Estamos llenos de confusiones, de limitaciones, de prejuicios, de un “ahora quiero esto” pero al rato ni te acuerdas de que lo tienes…
Son días difíciles, días llenos de sol pero que en realidad están nublados. Sientes decepción, sientes como a las personas que realmente pensabas que les importabas, era todo una farsa, y si antes estaba nublado ahora hay una gran tormenta, que se incrementa cada día más, hasta el límite de que se convierta en huracán. Distráete, una y otra vez, es un buen remedio pero creo que necesitaría mucha dosis, tanta que podría llegar a intoxicarme…
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