lunes, 12 de abril de 2010

Y tú ¿quién puñetas eres?

Siempre he pensado que soy buena gente, haber no seré la mejor tía del mundo, tengo mis limitaciones, pero creo que si salgo ahí fuera me vendré para mi casa muy satisfecha de ser quien soy. Piénsenlo por un momento, a todos nos encantaría saber de ante mano como es en realidad la persona que has conocido en apenas meses. Porque no se engañen…por muchas horas o incluso días, si me apuran, que puedas llegar a vivir con ella, siempre te sorprende, para bien o para mal pero siempre lo hace.
A veces estaría bien poder cambiar de piel, saber con certeza que es exactamente lo que la otra persona espera de ti. Pero pensándolo mejor, si eso fuera así, la vida no sería tan divertida o mejor dicho no sería tan PUTA en algunas ocasiones. Somos capaces de lo peor, de destruir por error, de destruirnos a nosotros mismos, de atraparnos en un infinito orgullo o en un terrible estado de autocompasión. Hacemos daño a las personas que más queremos, y a nosotros mismos ¿por qué?, ¿estamos todos locos o qué? Lo único bueno de todo esto, de tocar fondo, es que ya no podemos caer mas bajo.

martes, 6 de abril de 2010

Una buena sobredosis

Parece mentira que yo vaya a decir algo así. Yo que me quejaba tanto de la dichosa rutina. Y ahora, ahora que de repente algo en mi vida se ha esfumado, como cuando te arrancan una muela, esa que tanto te duele, te molesta, te incomoda...te sientes aliviado pero te falta algo, y te das cuenta demasiado tarde, quizás no me molestaba tanto ¿no?.. Que raras somos las personas. Puedo decir, que echo de menos esa rutina. Estamos llenos de confusiones, de limitaciones, de prejuicios, de un “ahora quiero esto” pero al rato ni te acuerdas de que lo tienes…
Son días difíciles, días llenos de sol pero que en realidad están nublados. Sientes decepción, sientes como a las personas que realmente pensabas que les importabas, era todo una farsa, y si antes estaba nublado ahora hay una gran tormenta, que se incrementa cada día más, hasta el límite de que se convierta en huracán. Distráete, una y otra vez, es un buen remedio pero creo que necesitaría mucha dosis, tanta que podría llegar a intoxicarme…